sábado, 7 de enero de 2017

Darío Pérez Rodríguez condenado a un año de privación de libertad por negarse a ver los funerales de Castro cuenta lo ocurrido.




DDC | Holguín


Darío Pérez Rodríguez, condenado a un año de privación de libertad este 4 de enero por negarse a ver los funerales de Fidel Castro, fue liberado en la tarde de este jueves "de manera inesperada" con una orden de presentarse el próximo día 11 nuevamente en el tribunal  para que le indiquen dónde debe cumplir el resto de la condena, un "procedimiento atípico en estos casos", según declaró él mismo a Martí Noticias.

Una vez dictada la sentencia, Pérez había sido devuelto al establecimiento penitenciario, a la espera de ser trasladado a la prisión definitiva donde cumpliría el resto de la condena. "Soy víctima del régimen que estoy viviendo, por tener ideas y pensamientos diferentes a los demás", dijo Pérez a Martí Noticias.

El condenado relató con detenimiento lo ocurrido: "'A mí no me gusta ver la basura esa', le dije a un compañero de trabajo. Pero el día 2 usé otra palabra, como eran cenizas dije: '¡Me voy antes de que me coja la leche en polvo!' Lo dije como una broma. Y mi compañero me dijo: 'Eso es un delito muy grave'".

"Me llevaron a la estación de policía después y allí alguien preguntó y le dijeron que yo había 'ofendido' al comandante", añadió. En la estación le dijeron "en tono amenazador, que era una escoria, un gusano". Y un policía ordenó: "Llévenselo de aquí antes de que le reviente la cabeza", contó el condenado.

Sobre sus compañeros de trabajo, los que lo denunciaron, dijo que solo son "la minoría" los que "están en contra" de él. Asimismo señaló que "ese día tuve un solo testigo y en el día del juicio se aparecieron seis gentes votando en contra mía".

Según dijo Pérez, en la prisión coincidió con Eduardo Cardet, el médico y líder del MCL (Movimiento Cristiano Liberación) "buscaron a un preso que tiene una condena grande, y por un estímulo de una visita adelantada o un pabellón (conyugal) para que le diera una golpiza a Cardet en una celda cerrada", contó a Martí Noticias.

Por otra parte, Pérez explicó que no piensa apelar: "No, con esa cosa no tienes beneficio, no tienes derecho a nada. Si hago la apelación es por gusto. Si hubiera matado a alguien o hubiera robado, a lo mejor quizás aceptan eso, pero por las ideas mías es difícil que mejore. Si hago la apelación es para empeorar".

"Mi preocupación es que cuando vaya a cumplir el tiempo que me queda que vean a un preso y le den un estímulo y me den una golpiza", lamentó. Asimismo, señaló su preocupación por su familia que depende económicamente de él, especialmente su hijo enfermo.

"Tengo un niño con problemas de salud mental, que es lo que me tiene desequilibrado. Ahora cumple 18 años. Cuando yo trabajaba ayudaba a mi esposa, mi suegro, que es una persona de 86 años, mi niño y mi hermano, por la situación en que está. Ahora en esta situación, ya me veo en cero. Ya mi vida cambió, me veo condenado a la suerte", concluyó.

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