Julio César Gandarilla Bermejo o Alejandro Castro Espín
Tras la reciente muerte del ex tenebroso Ministro del Interior Carlos Fernández Gondín quien desde hace años y desde su puesto de vice ministro primero, era quien realmente llevaba las riendas de la represión en Cuba, se abre entonces la inevitable interrogante de quién será su próximo sucesor en este maquiavélico ministerio, no con pocas especulaciones.
Recordemos que Fernández Gondín sufrió de un accidente cerebrovascular al poco tiempo de haber asumido oficialmente el rol de Ministro del Interior en Cuba, que lo obligó a hospitalizarse de urgencia, luego de un altercado por un supuesto robo y venta de documentos confidenciales en este Ministerio.
Al parecer los documentos contenían información sobre espías cubanos y operaciones de Cuba en el exterior, datos acerca de dirigentes y referencias a personas que están escondidas o refugiadas dentro de Cuba. Supuestamente los principales imputados en el escándalo son el Coronel Carlos Emilio Monsanto y el Mayor Ernesto Villamontes, quienes han sido procesados en una mansión convertida en centro de interrogatorio, en el reparto habanero Siboney y se apunta que la investigación salpicaría a la esposa del General Colomé Ibarra y a familiares cercanos al propio Castro.
La investigación también implicaría a construcciones de apartamentos de lujo en Panamá y supuestos vínculos comerciales con el ex presidente de Panamá, Ricardo Alberto Martinelli, y las empresas Country Max.SA y Nulato Comercial, ambas panameñas.
Ahora las especulaciones están abiertas sobre el próximo sucesor para este represivo cargo en Cuba, por un lado tenemos al testaferro de la maldad y proveniente ilustrado en la línea de mano dura contra el pueblo: Vicealmirante Julio César Gandarilla Bermejo; y en el otro lado de las apuestas se encuentra el príncipe heredero y no menos dañino Coronel Alejandro Castro Espín; que entre sus ¨logros¨ en el arte de la represión y el chantaje se encuentra el haber dirigido personalmente la operación rastrillo de hierro en la isla en el año 2010.
Operación realizada en contra de grandes empresarios y corporaciones extranjeras radicadas en la Habana, que a costa de enjuiciarlos con delitos pre fabricados, le permitió al gobierno por medio de estos juicios fraudulentos, evitar el pago de sus obligaciones contraídas, por más de mil millones de dólares y terminar embargando indebidamente bienes e inmuebles de estas empresas en la isla. Ya sabemos de quien se trata.
Cualquiera de los dos que sea el elegido se enfrentará a un contexto diferente en el actuar de los cubanos; ya que la pérdida gradual del miedo a expresarse y a divulgar lo que acontece en la Isla; será una señal inequívoca del despertar del pueblo.
Debemos estar alertas a las acciones que emprenda el próximo ministro del interior contra la libertad de nuestra población. Pudieran ponerse en práctica nuevas tácticas y formas de represión, por lo que estará tristemente llamado a convertirse en el ministro del horror, en detrimento de nuestra sufrida nación, pasando a la historia contemporánea como lo que es: una dictadura.
Nos queda a nosotros los opositores de este cruel régimen seguir alertas, denunciando y luchando por la instauración de un sistema democrático que garantice la libertad plena de cada cubano.
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