domingo, 25 de diciembre de 2016

Donde dije DIJE, ahora digo Diego


Por Laureano Couso

Desde comienzos del régimen castrista en 1959 hemos crecido con prohibiciones de todo tipo, que como el viejo refrán:   donde dije dije, ahora digo Diego, han tenido que irse desmantelando por el propio sistema con el pasar de los años. 

Muchos recuerdan como nos prohibieron creer en Cristo, celebrar las navidades ,las que se suspendieron por orden de Fidel en el diciembre de la malograda zafra de los 10 millones, hasta la llegada del papa , muchos años después. 

Nos prohibieron escuchar a los Beatles , según ellos porque esa música era divercionismo ideológico y años después se retractaron a tal punto que hoy John Lennon tiene una estatua en la calle 23 del Vedado Habanero. 

Se enviaron a todos los que ellos consideraban homosexuales a los campos de trabajo forzados  y hoy les restituyen sus derechos, sin como siempre, querer recordar las barbaries del pasado. 

Se les tiró huevos, piedras, se apalearon a muchos de los cubanos, !porque todos sin excepciones somos cubanos!, de los que en los años 80 se iban del paísprohibiéndosele a la familia que permaneció en Cuba tener cualquier contacto con los supuestos traidores de la revolución ,  que hoy los recibe con sus dólares con los brazos abiertos. sin pretender aceptar tampoco el holocausto de familias divididas y rencores que sembraron en el corazón de muchos. 

Por tenencia de dólares cuantos cubanos no fueron puestos en prisión por años, cuando de la noche a la mañana despenalizaron el objeto de crimen y se convirtió el dólar en el salvador de la economía familiar cubana, tampoco nadie se disculpó con los que inhumanamente fueron puestos tras las rejas. 

Era perseguido hasta hace poco tiempo, todo aquel que tenía Internet en Cuba, ya que lo consideraban un instrumento subversivo y hoy el estado saca millonarias ganancias con la conexión de 250 mil cubanos al día. 

Seguimos con la prohibición  de pensar diferente, se premia al que reprime a su hermano ,por no comulgar con las ideas de los Castros, se encarcela, se ofende, se apalea y golpea con el apoyo no siempre voluntario de una mínima parte de la población, que el día de mañana cuando en nuestra Cuba sea legal pensar, opinar, escribir y hasta oponerse abiertamente al gobierno , no se yo, con que cara aceptarán su culpa, los que una vez mas, entre prohibición y prohibición, le siguieron el juego al régimen que siempre hace como el refrán de donde dije dije, ahora digo Diego. 

1 comentario:

  1. de los fallos tambien se aprende todo es bueno en su tiempo , pero hay que verle la caducidad sin criticar solo tratar de cambiar para no cometer los mismos herrores, es mi humilde opinion, los descartes y revanchismos no son buenos, aqui en mi pais aun algunos tratan de resucitar el regimen anterior es todo propaganda pasada y por mucho que digan algunos politicos del tres al cuarto lo emplean para so conveniencia y negocio tienen agotadas sus idealeles la unica manera de hacerse ver es recordar el pasado no caigais en esa tentacion es una congelacion de la historia de vuestro maravilloso pais Adelante Animo que la paz y el progreso sea con vosotros

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