Y con el afán de llegar a los Estados Unidos, el ingenio cubano va más allá de lo planificado. El sueño americano sigue logrando que los cubanos hagan maravillas sobre lo rústico.
Un Cadillac, un auto viejo, de los del museo rodante en Cuba, el que fue transformado de tal forma que pudiera navegar por debo del agua. Sin dudas ha dejado a todos los cubanos en la calle impactados.
Vea usted mismo de qué se trata, te sorprenderá ver el ingenio de tus colegas de la Isla.
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