martes, 20 de diciembre de 2016

Nuevas tácticas represivas de la Seguridad del Estado

Al centro, el “oficial Lucas” de la Seguridad del Estado, encargado del arresto de los periodistas de CubaNet. En esta imagen se ve al agente participando en un domingo de represión a las Damas de Blanc























LA HABANA, Cuba.- Una reunión del Ejecutivo de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) convocada para la mañana del pasado viernes, fue frustrada por la policía política. Se impuso la fuerza bruta.
Iván Hernández Carrillo, secretario  general de la ASIC, exprisionero de conciencia del Grupo de los 75, declara: “Alejandro Sánchez Zaldívar, del Mariel y Pedro Sánchez Scull, de Habana Vieja, miembros del Ejecutivo me llamaron por separado a mi casa en Colón, provincia Matanzas. Dijeron que dos oficiales de la Seguridad del Estado estuvieron en sus viviendas para coartarlos, que no permitirían la reunión y que me dijeran que no yo fuera por La Habana, que si iba me meterían preso”.
Ariadna Mena Rubio, secretaria de Atención a los Jóvenes Trabajadores, sufrió la visita de los agentes. “Era de noche. Mi esposo y yo con nuestra hija regresábamos a la casa. Al acercarnos tuvimos la desagradable sorpresa de que la policía política (DSE) había tomado la calle y situado carros patrulleros, como si fuéramos peligrosos terroristas. Dos secuaces estaban a la entrada del edificio. Me dijeron que no admitirían la reunión de por la mañana”, comenta Mena.
Resulta “curioso” que la coacción militar contra seis pacíficos opositores ocurra a pocas horas de que Cuba y la Unión Europea suscribieron el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con consiguiente levantamiento de la Posición Común impuesta en 2006 al régimen de la isla por violadora de los derechos humanos.
“¡No vamos a permitir reunión de opositores, de ningún grupo, en ninguna parte!”, es cliché de la nueva metodología light represiva de la policía política en los últimos meses contra individuos y organizaciones contestatarias. Otros ejemplos reafirman esa directriz.
El licenciado Guillermo Toledo, Coordinador de Enlace del Encuentro Nacional Cubano, denunció que en los primeros días de octubre “la Comisión Jurídica dentro de Cuba (presidida por el abogado René Gómez  Manzano) citó a su reunión constitutiva, pero fue impedida  por la Seguridad del Estado. El régimen hizo al licenciado Juan Carlos González Leiva un “acto de repudio” en el curso del cual lanzaron piedras a su casa, y en vísperas de la reunión las fuerzas represivas le impidieron salir de su vivienda para dirigirse a la Terminal de ómnibus de Ciego de Ávila para viajar a La Habana.
Algo parecido le ocurrió al licenciado Raúl Luis Risco, en Pinar del Río. Lo detuvieron cuando se disponía a partir a la capital en un taxi colectivo. A partir de ese momento lo mantuvieron privado de libertad hasta bien pasada la hora de la reunión. Los otros dos potenciales participantes fueron visitados en sus domicilios por oficiales de la Seguridad del Estado, quienes expresaron que la reunión no sería permitida y les advirtieron que no salieran de sus casas. Por su parte, el mismo Gómez Manzano también fue visitado en su domicilio por una pareja de oficiales represivos quienes le advirtieron que no permitirían la reunión de la Comisión Jurídica de la Sección Cuba de la Mesa de Coordinación”.
Parecido control “disuasivo” aplicó el DSE contra la anual Premiación del Concurso de Periodismo de la Asociación de Prensa Libre (APLP) el domingo 20 de noviembre. Impuso un cerco militar a la vivienda de los esposos periodistas José Fornaris y Amarilis Cortina, sede de APLP y lugar de la premiación en Managua, municipio capitalino Arroyo Naranjo.
Entre los invitados a la fiesta del periodismo independiente, las autoridades impidieron llegar a unos, obligándolos a regresar bajo amenaza de detención, mientras otros fueron visitados y coaccionados en sus viviendas para que no pudieran estar en premiación. Solo permitieron pasar a la casa a unos pocos, con evidente intención de aparentar que la entrega de premios no fue prohibida, pero deslucida.
“#Otro18”, movimiento enrumbado hacia las elecciones a la Asamblea Nacional cuando Raúl Castro abandone el poder ese año, como ha prometido, que preside licenciado Manuel Cuesta Morúa, no pudo concretar varias reuniones organizativas por intromisión de la policía política con su metodología saboteadora.
Según la página Web de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional solamente el mes pasado se reportaron 359 detenciones arbitrarias cortas con diez agresiones físicas a opositores pacíficos.
Mientras por un lado el gobierno aumenta las detenciones y retenciones domiciliarias por corto tiempo, por otro lado “limpia” de presos políticos y de conciencia las prisiones respondiendo a demandas de grandes personalidades como el Papa o Presidentes mediante indultos masivos en revoltijo de presos políticos y comunes. Indultos, no precisamente amnistías políticas, que revelaría implícito reconocimiento del estatus del beneficiado como opositor. Los indultos a reos políticos y de conciencia generalmente están acompañados de destierro.
El gobierno cambia habilidosamente las tácticas represivas en intento por lustrar su imagen en el exterior. Pero continúa la intransigencia hegemónica del castrismo a la que la Unión Europea rocía agua bendita con los Acuerdos firmados el 12 de diciembre entre la Unión Europea y Cuba “para respaldar el actual proceso de desarrollo sostenido, de democracia y derechos humanos”  y pone a un lado la política restrictiva impuesta en 1996 por graves violaciones de los derechos humanos y ciudadanos, que persisten, aunque con nuevo cariz, menos chocante y a pesar que el checo Pavel Telicka, segundo vicepresidente de la Alianza de los Liberales y Demócratas del Euro Parlamento, en un comunicado entre otras cosas, dijo: “Creo que un acuerdo de cooperación UE-Cuba puede abrir un nuevo espacio para mejorar las relaciones, pero la UE debe mantener los derechos humanos y las libertades fundamentales en el centro de este acuerdo”.
Tampoco se debe pasar por alto que la noria migratoria aumentó sensiblemente en los primeros once meses de año fiscal 2016 de los Estados Unidos, según datos de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de los EE.UU., muestra de descontento y desesperanzas de considerable parte del pueblo cubano.
Iván Hernández Carrillo, refiriéndose a la boicoteada reunión recuerda que la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de la que Cuba forma parte desde su fundación, especialmente en su Convenio 87 garantiza el derecho de libre asociación pacífica sindical y el derecho de reunión de sus miembros; que de forma parecida la Constitución de la República de Cuba respalda esos derechos  y que la Declaración Universal de Derechos Humanos garantiza el derecho de circulación (Artículo 18); libertad de pensamiento, de conciencia y religión, recibir información y comunicarnos  (Artículos 18 y 19).
¿Qué  impide ejercer esos derechos?  La ortodoxia intransigente del régimen, que afloja el puño de hierro solo en apariencias.
cosanoalen@yahoo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario