miércoles, 7 de diciembre de 2016

Francisco Soberon, el administrador de la fortuna de Fidel Castro.

Desde 1995 hasta su retiro en Julio del 2009 Francisco Soberon Valdés fue más que el presidente del Banco Central de Cuba; era el hombre encargado de manejar las cuentas secretas de Fidel Castro en el extranjero. Razón por la cual costó trabajo que Raúl Castro aceptara su carta la renuncia que presento so pretexto que necesitaba descansar y dedicarse a escribir libros  de economía.

Pocos se imaginan en el mundo y mucho menos en Cuba cual es la verdadera razón por la que el actual dictador Raúl Castro se negara a aceptar la renuncia de uno de los hombres fuertes de la época de su hermano Fidel Castro, cuando para todos es  sabido que el menor de los Castro no dejo un solo miembro de confianza del desaparecido Comandante desde el primer momento en que  usurpó el poder en la isla.

Francisco Soberon Valdés además de ser el nombrado presidente del Banco Nacional de Cuba es, aun a día de hoy, el hombre en que el extinto dictador deposito el control y manejo de toda su fortuna en el exterior, era quien coordinaba, bajo la fachada de transportistas de dinero del Banco Nacional, las extracciones de millones de dólares desde Cuba a cuentas en Suiza, que salían en maletines por avión con personajes como R.M. (aun viviendo en Cuba, razón por la cual no hacemos público su nombre para evitar represalias) que viajaban con pasaportes oficiales del Banco Nacional.

Quienes conocemos a fondo este sistema de cuentas numeradas sabemos que los propietarios  de estas cuentas son conocidos solo por dos personas en la agencia bancaria suiza donde hayan sido creadas las cuentas, una es el asesor/a bancario que se le asigna al cliente y la otra persona es el director/a de dicha sucursal bancaria, por lo que son consideradas seguras y confiables; lo que hace casi imposible su rastreo.

Pero al señor Soberon hoy le cae encima la peor de sus obligaciones contraídas en su pasado, que es y por orden explicita del difunto dictador, el repartir la fortuna de Fidel Castro según su voluntad escrita, voluntad, que como cada vez que muere un multimillonario nunca es aceptada por todos los herederos, máxime cuando los hijos no reconocidos del tirano pueden optar  por reclamarle a su tío (Raúl Castro) que les apoyen en su reclamo de parte de tan multimillonaria herencia, cosa que le será difícil a Raúl Castro debido a la archiconocida ambición de la viuda Dalia Soto del Valle.



Hay que sentarse a esperar a ver qué ocurre con esta repartición tan peculiar y cuáles serán los destinos paradisiacos de los  próximos herederos ya millonarios.

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